La piel no está ahí por casualidad. Está para protegernos y actúa como una barrera. Por eso cuidar bien de nuestra piel es primordial. Es el órgano encargado de protegernos del medio que nos rodea. Cada parte de nuestra piel cumple con una función concreta.
Los factores que más influyen en tener una piel sana y bella son la edad y también nuestros hábitos de vida. Fumar, vivir rodeados de contaminación y nuestra edad son solo algunas de las circunstancias que van a determinar la salud de nuestra piel.
Además, las necesidades de cada persona son diferentes, en función de la edad, sus costumbres o incluso el lugar en el que vive.
Por eso, los hábitos para cuidar la piel no pueden ser los mismos en una chica de 20 años que en una de 50 o 60 por poner un ejemplo. Aun así, veamos algunos trucos para cuidar tu piel que seguro que agradecerás si los llevas a cabo.
Veamos a continuación una serie de trucos para cuidar bien de nuestra piel que os pueden resultar de gran ayuda. Puede que algunos resulten obvios, pero no por ello debemos dejar de recordarlos. A diario me encuentro con situaciones de todo tipo. Por ello prefiero nombrar errores más comunes en el cuidado de la piel que me encuentro a diario.
El error más frecuente. Una mala elección puede echar por tierra cualquier tratamiento por bueno que éste sea. Y no lo notará solo tu piel, también tu bolsillo. Elegir la crema adecuada es el primer paso. No hay dos pieles que sean exactamente iguales. Incluso en el caso de que lo haya, las condiciones de cada persona nunca son las mismas. Es este artículo te damos las claves para elegir el mejor protector solar según tu fototipo.
La alimentación, el estrés o la contaminación también afectan a la salud de nuestra piel. Por tanto una misma solución para todas nunca suele ser lo ideal.
Debemos utilizar una crema u otra en función de nuestro tipo de piel y de la etapa hormonal en la que nos encontremos. En una piel seca se aconseja utilizar una crema con la máxima hidratación posible. En cambio, en las pieles mixtas es mejor utilizar cremas tipo gel. Y en pieles grasas lo mejor son las cremas de absorción rápida.
Por otra parte, cada etapa de la vida necesita un tratamiento distinto. Épocas como el embarazo o la menopausia necesitan de un tratamiento concreto. Nuestro cuerpo no siempre se encuentra en las mismas circunstancias.
El sol envejece la piel. O al menos protégete, incluso en invierno. Una sobre exposición produce un envejecimiento prematuro de la piel. Las manchas en la piel suelen salir como consecuencia del sol. Así que mejor ir con cuidado.
Más importante de lo que parece. Conviene recordar que hay que hacerlo de forma suave para ayudar en la regeneración de la piel del rostro durante la noche.
La limpieza es fundamental tanto por la mañana como antes de irnos a dormir. Son muchas las que solo se limpian la cara por la noche. Y hacen bien. Pero al levantarse también es recomendable hacer una limpieza facial y así eliminar residuos del rostro que se han generado mientras dormimos.
Y no es lo mismo limpiar una piel seca que una grasa. Además, la limpieza trata de preparar bien la piel para cualquier tratamiento que realicemos posteriormente. Y ese tratamiento puede ser más o menos efectivo en función de cómo nos hayamos limpiado el cutis.
Es posible mejorar el aspecto de nuestra piel con la alimentación. O al menos no estropearla que visto lo visto es cada vez más habitual. La nutrición influye en el estado de la piel.
Hay estudios que aseguran que una cuarta parte de nuestras arrugas son provocadas por una mala alimentación. Las verduras, las legumbres y los alimentos ricos en antioxidantes pueden ayudarnos mientras que el azúcar puede ser perjudicial no solo para nuestra salud sino también para nuestra piel.
Si quieres cuidar bien la piel de la cara tienes que evitar el estrés a toda costa. Es un gran enemigo. A veces es difícil. Pero hay que intentarlo. O al menos reducirlo. El estrés oxidativo y envejecimiento van muy relacionados. El estrés es capaz de modificar nuestro sistema inmunológico debilitando nuestras defensas y eso puede dañar nuestro cutis.
En realidad dormir bien ayuda en todo. Dormir poco puede provocar la producción de los llamados radicales libres que a su vez pueden causar el envejecimiento de la piel. Realizar una cena ligera también puede ayudar a dormir mejor. ayudar a que alcancemos esas siete u ocho horas de sueño.
El tabaco envejece la piel. La nicotina tiene un efecto nefasto sobre nuestro cuerpo. Y no solo en nuestros pulmones. Es capaz de dañar la textura y la fibra de la piel.
Otro mal hábito. No solo para la salud sino también para nuestra piel. Sabemos que es muy fácil decirlo pero mucho mas complicado llevarlo a cabo. Un consejo para cuidar tu piel. Si no puedes o quieres eliminarlo al menos reduce el consumo de tabaco. Solo así podrás ver resultados a medio o largo plazo. Su efecto puede ser perjudicial ya que puede provocar efectos negaticos sobre los vasos sanguíneos situados en las mejillas.
Ahora ya sabes los cuidados que debemos tener para la piel. Lo más difícil es que estos consejos se conviertan en unos auténticos hábitos para cuidar bien de nuestra piel y no nos acordemos solo cuando nos veamos mal ante el espejo. Que es lo que ocurre en demasiadas ocasiones.
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