Si alguien me preguntara cuál es la mejor crema antiarrugas mi respuesta sería simplemente aquella que realmente necesites en ese momento. Las mentiras de las cremas antiarrugas está en muchos anuncios. No cuentan todo. A veces incluso no cuentan nada.
No entiendo como hay gurús de la cosmética que son capaces de enumerar con “nombre y apellidos” cosméticos comercializados en el mercado, sin tener en cuenta aspectos tan básicos como la localización geográfica, el tipo de piel o los hábitos de vida de cada persona.
Una buena crema para disminuir las arrugas debe ser ante todo eficaz. Y para ello debe incluir una combinación de ingredientes que hidraten la piel, promuevan la producción de colágeno y protejan contra el daño ambiental.
Por eso aventurarse a realizar tales afirmaciones, quizás sería mejor saber antes qué ingredientes debe tener una buena crema antiarrugas.
Para mí, la cosmética es como el concepto de “pantalón vaquero”. Es una prenda de vestir muy genérica que depende del individuo y de otros factores como color, prioridades económicas, época del año, estilo de vida, marca, patrón, mezcla de tejidos, moda… Y sé que es un concepto poco glamuroso, pero se entiende perfectamente.
Hablar de lo mejor para disimular las arrugas (y sí, digo disimular porque la arruga con cosméticos no la vas a quitar) es poco serio. Puedes ayudar a que esa piel sea más elástica, aumentar la densidad para reducir la profundidad de la arruga, pero, la arruga de expresión está porque hay una parte del lenguaje, el no verbal, que es fundamental para que cuando hablemos nos entiendan mejor. Y eso no se puede cambiar.
Después de estas pequeñas aclaraciones es importante saber qué crema elegir. Para ello lo que debemos tener en cuenta es ver qué crema necesita mi piel. Eso es lo realmente importante. Coincidirás conmigo que no todo vale para ponerse en el rostro. Podemos causar un problema mayor que el que teníamos, y eso sería incluso peligroso.
Y voy a empezar por el final. Y no es otra cosa que la fotoprotección. Porque prevenir la aparición de arrugas es importante, no solo por estética, sino simplemente por salud. Es importante que tengamos el hábito de introducir en nuestra rutina de belleza un protector solar, y no solo en verano, sino durante todo el año.
Es la mejor rutina para tener una piel perfecta. La base para evitar en un 50% que la piel se manche, se rompa las fibras de sostén (y aquí no hay vuelta atrás) o lo que es más importante, que tengamos un cáncer de piel, como es el popular carcinoma basocelular muy de moda últimamente. El sol es el principal enemigo de nuestra piel.
Es más, si me preguntas si me sirve la crema para las arrugas con protector te diré que no. Considero que la garantía que te pueda dar un buen protector solar como es el caso de los laboratorios Isdin difícilmente te lo pueda dar una crema que además de tratar arrugas, evite el fotoenvejecimiento.
Lo mismo ocurre con los maquillajes con protección que se basan en antioxidantes y los propios polvos que se utilizan para dar color que actúan como pantalla física pero cuya protección no es comparable a la de un protector como tal.
Una vez aclarado este tema, vamos a ver cuáles son los signos de envejecimientos de la piel y cómo podemos contrarrestarlos. A medida que pasan los años hay causas externas como la contaminación, radiación solar o hábitos poco saludables de vida que hacen que se aceleren los procesos de envejecimiento de la piel. Además, tenemos un envejecimiento cronológico propio de nuestra genética que difícilmente podemos modificar.
A pesar de todo lo expuesto, es cierto que determinados principios activos pueden activar mecanismos propios de reparación y regeneración cuya consecuencia inmediata es minimizar los signos de la edad como arrugas, manchas o flacidez, entre otras cosas.
Por la cosmeticidad de las cremas, su acción no siempre garantiza que llegue a las capas más profundas de la epidermis. Por esta razón, siempre aconsejo aplicar mínimo un sérum antes de ponerse la crema. Pero tengo que decir a favor de las cremas, que es fundamental preservar la barrera cutánea que evita deshidratación y aún más importante, nos proteja de los agentes externos.
Pues bien, veamos ahora qué componentes deben llevar las cremas antiarrugas que nos ayudan a recuperar el aspecto de nuestra piel:
1. Alfa hidroxiácidos y derivados
El más conocido es el ácido glicólico y últimamente también está muy de moda el ácido azelaico. Dependiendo del tipo de piel, y el objetivo que queramos alcanzar, elegiremos uno u otro. Por ejemplo, el ácido azeláico se está aplicando para ayudar a reducir manchas, incluso en pieles sensibles. Por su parte, la principal característica del ácido glicólico es su poder de penetración. Es más, el ácido glicólico no ayuda a reducir las arrugas, sino que abre el camino para que los productos activos lleguen a las capas más profundas de la piel.
Personalmente, es un activo que me encanta. Hace muchos años que se conoce y hay mucha evidencia científica. Su mejor virtud es que actúa a todos los niveles del envejecimiento: minimiza la aparición de arrugas y líneas de expresión, disminuye la aparición de poros e imperfecciones y unifica tono de la piel. Actualmente, están muy de moda los retinaldehidos, derivados de ácido retinoico con menos o ningún efecto secundario.
Como la vitamina C y derivados, su función principal es bloquear radicales libres responsables de determinados procesos que favorecen la aparición de manchas, arrugas y flacidez.
Son un conjunto de aminoácidos cuya función es activar mecanismos específicos de determinadas células responsables de mantener la piel joven. Un ejemplo que todas conocéis son las cremas utilizadas como efecto bótox. Pues no es más que un conjunto de péptidos cuya función es bloquear la transmisión nerviosa encargada de la contracción muscular. Consecuencia de esta relajación, la piel no se contrae, y, por tanto, reduce las arrugas.
A medida que pasa el tiempo se ralentizan los procesos de síntesis de determinadas proteínas de sostén responsables de mantener nuestra piel tersa.
Los factores de crecimiento son proteínas que se encargan de acelerar los procesos de síntesis de fibras tan importantes como la elastina, el colágeno, o los proteoglicanos, así como también se encargan de reactivar la síntesis de ácido hialurónico propio o activar otras proteínas relacionadas con los mecanismos de reparación de la piel.
Son activos biotecnológicos procedentes de vegetales y animales que, estando en condiciones climatológicas extremas, pueden vivir sin ningún problema gracias a estos extractos que las hacen resistentes a los cambios climatológicos.
Activo superconocido que es capaz de captar mil veces su peso en agua. Por tanto, su efecto hidratante, conservador y de relleno son muy apreciados en el mundo de la cosmética.
Soy consciente que en este artículo no he nombrado ninguna crema en concreto que pueda ayudar a mejorar el aspecto de vuestra piel. Además, tengo que añadir, que no solo es importante tener en cuenta los activos, sino aún más importante es tener en cuenta la concentración, la combinación de activos, la pureza de los mismos y las bases sobre la cual se formula para que realmente la crema antiarruga funcione.
La conclusión de todo ello es que no todo vale y que es muy importante trazar un plan cosmético muy definido para cada persona y que, mejor, consulta con un experto que seguro te ayuda. Pero no dejes al azar la salud de tu piel, ni a merced de quién te dice cuál o cuáles son las mejores cremas antiarrugas del mercado, porque no te estará diciendo la verdad. Por eso es importante estar bien informados y saber qué ingredientes son buenos para la cara o nuestra piel. No todo vale para todas. Y no todas somos iguales.
Es más, no todo en cosmética vale. Para que realmente funcione, no solo hay que ver que ingredientes tiene, sino si están en la cantidad adecuada para que realmente funcione, a Ph que sea activo y por supuesto que la calidad y pureza sean las óptimas. En definitiva, es importante que estés asesorada por un especialista que sepa clasificar la cosmética que realmente funciona para que obtengas resultados
Recuerda también que si bien las cremas antiarrugas pueden ayudar a mejorar el aspecto de tu piel, son solo una parte de una rutina integral de cuidado de la piel y un estilo de vida saludable que también debe incluir protección solar, una dieta equilibrada, una hidratación adecuada y evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol. Si además de todo esto, te preocupa la posibilidad de que creamas pueden producir acné, en este post hablamos sobre las cremas faciales no comedogénicas, ventajas, usos, ingredientes....
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