Aunque suena a película de terror, en realidad es un tema fascinante de biología y salud. Estas células, conocidas científicamente como células senescentes, son como "inquilinas problemáticas" en nuestro cuerpo: ya no se dividen ni cumplen su función, pero tampoco mueren, y causan estragos a su alrededor.
Las células senescentes entran en este estado como mecanismo de defensa ante daños severos, ya sea por envejecimiento, exposición a toxinas, radiación o estrés oxidativo. Aunque al principio ayudan a evitar problemas como el cáncer (al detener la proliferación de células dañadas), con el tiempo se acumulan y generan inflamación crónica y daño en los tejidos.
Estas células están vinculadas a varias condiciones, como:
Científicos están trabajando en identificar biomarcadores que permitan medir el nivel de senescencia en el cuerpo. Esto podría ser clave para diagnosticar y tratar problemas asociados antes de que se agraven.
¿Sabías que con pequeños cambios en tu rutina puedes minimizar el impacto de estas células? Si te interesa saber más sobre cómo proteger tu piel o mejorar tu bienestar desde adentro, no dudes en consultarme. 🌟
Activa tu suscripción gratuita y recibe nuestros tips de belleza en tu bandeja de entrada.